Karl Lagerfeld, es uno de los personajes más importantes del negocio de la costura internacional. El diseñador alemán es el más multifacético de los creadores de la vieja escuela.
A sus 65 años lleva más de la mitad de la vida dedicado a la moda, y este año cumplió dos décadas al mando de la principal casa parisina: Chanel. Todo un logro, porque cuando tomó su jefatura, las apuestas eran bastante desconfiadas. Todos reconocían su inteligencia y creatividad, pero también conocían su carácter de divo. Temían que olvidara la distinción que caracterizaba a la marca y se dejara llevar por sus arrebatos estilísticos, convirtiendo las presentaciones de Coco en un infierno.
A sus 65 años lleva más de la mitad de la vida dedicado a la moda, y este año cumplió dos décadas al mando de la principal casa parisina: Chanel. Todo un logro, porque cuando tomó su jefatura, las apuestas eran bastante desconfiadas. Todos reconocían su inteligencia y creatividad, pero también conocían su carácter de divo. Temían que olvidara la distinción que caracterizaba a la marca y se dejara llevar por sus arrebatos estilísticos, convirtiendo las presentaciones de Coco en un infierno.
Durante estos 20 años sólo ha ganado ovaciones. Incluso sus ocurrencias más insensatas son considerados verdaderos aciertos. De inquietantes anteojos oscuros, pelo cogido en una rígida y canosa cola de caballo, rostro añoso con una mueca despectiva y rigurosamente vestido de negro, su figura es inconfundible. Intimida con sólo verlo en fotografías. De ahí el calificativo de Terminator y el resto de los adjetivos que los cronistas especializados usan para describirlo. Calificativos que, como ha reconocido más de una vez, no le parecen tan desagradables y reflejan mucho de su personalidad.
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